miércoles, 8 de abril de 2009

a modo de excusa

el otro día me agarró muy de sorpresa un compañero al pedirme que ejecute algo en el piano...recién después me pregunté porqué realmente no fui capaz de sentarme y darle ese gusto...siendo que en realidad lo que siempre (desde hace diez años) hice fue ejecutar el piano ante un público familiar normalmente...
a él incluso la nada lo lleva a garabatear...no tiene problemas en plasmar su talento en un trozo de papel y mostrarlo...
realmente la timidez creo q no es mi problema...al menos sé que disimulo bien y escondo el miedo de equivocarme tras gestos toscos, el ceño fruncido y una mirada muy serio...
pero habiendo pensado unos minutos, me di cuenta de porqué sucedió esto...
la principal diferencia radicaría en que el que pinta exhibe sus obras ya terminadas, pulidas y acabadas...no importa si le tomó un mes, varias semanas, años terminar un dibujo...este lo muestra cuando lo crea terminado...
en los músicos, el talento (o ausencia del mismo) se demuestra en el escenario...y no importan las horas de práctica ni las gotas de sudor y lágrimas derramadas...si durante un concierto o sinfonía (pieza de cuatro movimientos que dura aproximadamente una hora) se rompe la armonía, queda evidenciado el error del pianista...quizás sea UNA nota...pero su ejecución determina el éxito o el fracaso de una ejecución...

1 comentario:

  1. Pero que entrada tan interesante hiciste, y creo que tenes toda la razon. Las artes son muy diferentes las unas de las otras, y a menos que tu amigo participe en una competencia de "pinte en vivo" nunca va a entender lo que es equivocarse ante un publico. Aunque en mi opinion uno no tiene que tenerle miedo a los errores, no hay atajarse los impulsos, ya que aunque esta frase este recontra gastada... de los errores se aprende caranchos! y bueno, siempre nos podremos reir de un error no? el mundo seria aburrido sin los mismos xD Un abrazo! estare esperando tu proxima entrada ;)

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